👋🏼, soy Adrián y este es el espacio en el que comparto reflexiones y aprendizajes relacionados con el desarrollo personal y profesional.
El miedo es uno de los mayores limitadores de la libertad y del progreso, te hace pequeño, te cohibe. El miedo te impide vivir la vida que quieres.
La mayoría de veces experimentamos el miedo por situaciones ficticias —fruto de nuestra imaginación—
Son más las cosas que nos asustan que las que nos dañan. Sufrimos más por la imaginación que por la realidad.
— Séneca.
El miedo tenía una función imprescindible para los cazadores-recolectores, les avisaba de que debían huir de, por ejemplo, un tigre.
El miedo no ha evolucionado, nuestro entorno sí. Vivimos cada vez con más facilidades y más seguridad. Esto hace que las probabilidades de que el miedo que experimentemos en nuestro día a día venga infundado por nuestra propia percepción distorsionada de la realidad sean bastante altas.
El manual contra el miedo
El primer paso es arrojar luz sobre el miedo preguntándonos “¿Qué es lo que realmente temo?”
Evaluar la naturaleza de su causa:
Cosas que realmente quieres evitar (ej: lesionarte): aprovecharás este miedo para tomar medidas preventivas y reducir así la probabilidad de que suceda.
"¿Qué puedo hacer para evitar el riesgo, o al menos reducir su probabilidad?"
Cosas que debes hacer (Ej: hablar en público). Aquí evitarlos no es una opción. Debes prepararte para actuar.
En este caso, la mayoría de veces, los miedos se originan por falta de familiaridad o desconocimiento.
Aquí, la única y mejor solución es la exposición gradual a eso que tanto nos asusta.
Intentar estimar el riesgo real del miedo. Al evaluarlo podemos ajustar su intensidad.
Podemos tener miedo a los aviones, pero al ver que la probabilidad de tener un accidente en avión es mucho menor que a tenerlo en la carretera, el miedo disminuye.
Tómate el miedo como si fueran niveles, si te encuentras en el nivel 3, el 1 y el 2 ya no te darán miedo porque ya los has pasado, en cambio al no estar familiarizado con el 4, posiblemente le temas. Cuanto más vayas exponiéndote al miedo, más propenso serás a pasar niveles con mayor facilidad.
Cuando el miedo viene del desconocimiento, la experiencia lo reduce. La acción repetida es la cura.
La caja de herramientas: el coraje
Dentro de las cuatro grandes virtudes que destacaban los Estoicos —sabiduría, coraje, justicia y disciplina— se encuentra el coraje.
Coraje no es la ausencia de miedo, sino hacer lo correcto a pesar del miedo.
Adopta una postura desafiante ante los miedos.
Transforma el “¿Y si pasa..?” en “¿Y qué si pasa?”. En la mayoría de casos, las cosas que nos asustan no son tan malas como pensamos. Y qué si suspendes el examen, y qué si tu pareja te deja, y qué si tu proyecto fracasa. Lo pasarás mal un tiempo, sin duda, pero saldrás adelante.
En resumen, no se trata de adoptar un optimismo ciego pensando que nada malo ocurrirá, sino de confiar en tus capacidades para lidiar con lo que ocurra.
— Marcos Vázquez.
Calcula el ROI de tu decisión en caso de que salga bien y ponte en el peor escenario si las cosas no salen como tu querrías —la mayoría de veces lo único que pasa es que te quedarías como estás, bendito problema—
Pregúntate cuáles serían los posibles beneficios de hacer eso que te da miedo, asumiendo que saliera bien. Pregúntate a continuación cuál sería el coste de no hacer nada.
Además, dentro del coste de no actuar entra también el arrepentimiento, “qué hubiera pasado si…“
Pd: Todas las citas del post de hoy están sacadas del libro “Invicto“ de Marcos Vázquez en el que te resume toda la filosofía Estoica de manera práctica, muy recomendado.
Gracias por leer Efecto Eureka.
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